A Míchel se le ha visto afectado por la nueva derrota del Málaga, esta vez en Copa del Rey. El Numancia hoy logró remontar 2-1 y llevarse no un mal resultado para La Rosaleda. El técnico blanquiazul dijo: "Me siento encabronado, mi futuro no tiene ninguna importancia. Desilusionado no estaré jamás, pero estoy enfadado y cabreado, hay cosas que aunque no lo parezcan se le escapan también al entrenador. Cuando uno se viste de futbolista debe saber qué es eso".
Regalos: "Lo he visto como lo vemos todo. Es increíble, no podemos poner un paño caliente a la situación. No podemos regalar esos últimos diez minutos. Además, hemos sido incapaces de dar tres pases cada vez que pasábamos la linea del medio campo. Nos ha faltado contundencia y capacidad para tener el balón. Hemos permitido que en dos acciones a balón parado hagan dos goles, está visto que tenemos ganas de complicarnos la vida y mucho".
Apunta a los jugadores: "Debemos exigir a algunos de nuestros jugadores que den mucho mas. No pongo ninguna justiificiación, ni a mi trabajo. El que doy la cara soy yo, pero lo que le tenga que decir se lo diré a ellos personalmente. No sé si es falta de actitud, a lo mejor hay algunos con tensión, o que les falta calidad, o que les vemos vestidos como jugadores de Primera y parece que lo son".
Más sobre el tema: "De nada vale que el entrenador se afecte. Algunos jugadores deben pensar cómo es la situación, no podemos permitir esto. No era un partido bueno, era un encuentro muy disputado. Pero hay situaciones que se resuelven por el conocimiento del juego y la profesión. Cuando uno se viste de profesional debe entender la necesidad que tenemos".
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