Ricardo Centurión tiene un pasado, pero el futbolista quiere dejar todo eso atrás y jugar de manera próxima con el Málaga. El argentino viaja desde Italia a España con una ilusión, poder salvar al conjunto blanquiazul de los puestos de descenso a Segunda.
"Es cierto que fallé en mi vida privada, pero no lo hice con Boca ni con el grupo ni con el cuerpo técnico. Es muy fácil juzgar a la gente. Me ven por la tele y dicen que soy un delincuente o un cabeza de termo. ¿La foto con el arma? Era de mi tío, le pedí a mi hermana que me sacara una foto, pero eso no quiere decir que haya robado ni nada. No soy una mala persona. El fútbol me ha dado la vida. Me hizo crecer como persona. Me quedan sólo dos amigos, al resto los tengo que visitar al cementerio".
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