Kaká mantuvo, ayer tarde, en vilo, a medio mundo. Y lo hizo primero fichando por el Madrid y luego dejando el acuerdo en el aire. Nos explicamos. Corrían las 20:00 de la tarde, más o menos, cuando saltó a la luz la siguiente información: el presidendente del Real Madrid, Florentino Pérez, el vicepresidente del Milan, Adriano Galliani, y el padre y represenante de Kaká, Bosco Leite, han llegado a un acuerdo para que el brasileño vista de blanco durante las próximas cinco temporadas, previo pago de 65 millones de euros.
Hasta aquí, todo iba bien. Sin embargo, cuando Florentino ya se colgaba las medallas del fichaje, apareció el mentor de Kaká, Carlo Ancelotti, con una megaoferta del Chelsea que aseguraba al jugador un sueldo de 18 millones de euros. La intrusión blue invalidó el acuerdo anterior y resucitó el culebrón...
No obstante, pese a esta piedra en el camino, no parece que Kaká vaya a sucumbir a la tentación del Chelsea y todo apunta a que ya está, totalmente, atado por el Real Madrid de Florentino. Tanto que está previsto que la semana que viene se anuncie, oficialmente, su fichaje por parte de la entidad blanca.
Según El Mundo Deportivo, el motivo por el que la contratación de Kaká no se conocerá hasta la semana próxima se debe a que así lo desea Silvio Berlusconi, que no querría que la marcha del brasileño del Milan le perjudicara en las elecciones europeas que se celebrarán este fin de semana.
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