Michael Owen ha terminado contrato con el Newcastle y, como es lógico tras el descenso de categoría de los magpies, no lo va a renovar (ni salvándose lo hubiera hecho).
Así que el ex del Liverpool y del Madrid puede marcharse al equipo que quiera gratis aunque, eso sí, cobrando una ficha multimillonaria.
Ése es el motivo por el que su principal pretendiente, el Everton, aún no ha cerrado un acuerdo y el mismo obstáculo que se va a encontrar el último club que se ha interesado por el según el Daily Mirror, la Roma.
Las cifras que se manejan para convencer a Owen rondan los 60.000 euros semanales (unos 3 millones de euros anuales).
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