Tras la final y tras el término del partido, Paul Scholes se enfundó su última camiseta, la del FC Barcelona y se la pidió a uno de los mejores del partido - no se sabe si fue la de Xavi, Iniesta o la de Messi, tres de los que admira además de Villa, uno de los goleadores de la noche que pudo ver como metió un golazo por la escuadra típico de los que metía este hace unas temporadas -.
El inglés que pudo ganar su último título, el de la Premier League demostró ser uno de los mejores en su puesto y jugó como el sabe, aunque el Barça fue una apisonadora en la medular, haciendo que este perdiera varios balones en un territorio donde este sabe jugarlo.
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