"Verle así fue muy triste pero nos fuimos con la sensación de poder acompañarle en esos momentos. Wilfred me venía a buscar y a traer a casa hasta que me saqué el carnet. Lo era todo en el barrio y en el equipo. Era como mi padre deportivo, iba a todos los lados con él. La gente le tenía mucho cariño porque era una persona muy noble", dijo Míchel, ex-jugador del Rayo Vallecano.
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