Mañana se disputa la Final de la Copa del Rey, y para alzarse con el título, será clave que los jugadores marquen la diferencia sobre el campo. En el terreno de juego, sólo hay dos tipos de jugadores, los que causan el caos y los que tienen el control de todo. Los que cambian el juego y los que definen el juego.
Algunos jugadores han nacido para el control. Todo buen equipo necesita a estos jugadores en el terreno de juego. Son los que ponen en práctica las ordenes de los entrenadores y sus recomendaciones. Ellos ponen orden al caos en el juego. Jugadores como Mikel San José o Ivan Rakitić son el pegamento sus equipos de cara a la final.
Para conocer mejor a este tipo de jugadores, este es su mantra:
¿Qué haces?
Nadie se mueve hasta que yo lo digo.
Me crearon para tomar el control.
Soy el titiritero.
El que se adelanta a las jugadas.
El que marca el ritmo y lleva el control. Soy el futuro.
Soy el que marca los goles.
Mírame a los ojos y verás que tengo el control.
Las cosas se hacen a mi manera.
Controlo el partido. Controlo el mundo.
Otro tipo de jugadores, son aquellos que no pueden ser controlados. Son la chispa que enciende el juego. Ellos definen las reglas y la estructura del juego. Crean el momento por el que el público se levanta de su asiento, esa es su especialidad. No hay táctica que les pueda controlar. Estos jugadores son especialistas en el caos. Jordi Alba o Laporte, son jugadores que atacan sin avisar. Los jugadores, que inicial el caos.
Este es el mantra de este estilo de jugadores:
¿90 minutos? Solo necesito un segundo.
Si no me ves, no puedes pararme.
Me crearon para provocar el caos.
Directo.
Incontrolable.
E inconfundible.
Que nada ni nadie se interponga en tu camino
La elegancia del juego ya no existe.
Acabo con todos. Soy el vencedor.
El caos siempre gana.
#BeTheDifference #FinalCopa.
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