"Yo no tengo ningún problema. El público es soberano, comprendo que me piten a mí porque hemos jugado horrorosamente mal, pero no que lo hagan a un jugador de su equipo durante el partido. Admito que el público piense que me debo ir, y el club tiene mi cargo a su disposición desde ya. El entrenador es el máximo responsable de lo que pasa, y especialmente de lo malo, pero el público debe entender que no se puede pitar a un jugador suyo hasta el pitido final, porque le afecta a los otros diez, que así están más pendientes de levantar el ánimo del compañero que del partido", ha dicho Pepe Mel, entrenador del Betis, tras perder 0-4 ante el Eibar.
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