Desde que llegó al Universidad Católica de Murcia Club de Fútbol, su trabajo se ha visto recompensado con dos participaciones consecutivas en playoff, materializada una de ellas con el ascenso de categoría. Sus credenciales son, por tanto, magníficas, algo que ha sabido reconocer el cuadro azul y dorado para prolongarle el contrato. Por tanto, Pedro Reverte añade otras dos campañas a la que ya tenía firmada, por lo que su unión con el club se alarga hasta el final de la 2018/19.
Tras el ascenso a Segunda B de la temporada 2013/14, José Luis Mendoza decidió confiar en Reverte la planificación deportiva para la categoría de bronce. El de Lorca confeccionó una plantilla y un cuerpo técnico de absolutas garantías que, aunque en un principio buscaba la permanencia y la consolidación, se encaramó pronto al liderato y consiguió clasificarse para el playoff. Tras derrotar al Real Unión de Irún, su equipo cayó eliminado en la eliminatoria ante el Bilbao Athletic por tan solo un gol de diferencia.
Ese verano, Pedro Reverte puso al frente del equipo a José María Salmerón y confeccionó, de nuevo, una plantilla compensada para que, como mínimo, pudiera volver a estar en los puestos que dan privilegio a subir de categoría. Y así lo hizo el equipo, que desde muy temprano acampó en el playoff y se mantuvo al acecho del liderato hasta que pudo conseguirlo. Luego, en la eliminatoria de campeones, derrotó al Real Madrid Castilla para acabar subiendo a Segunda A. Y para poner la guinda, se proclamó campeón de la categoría al ganar al Reus en una épica tanda de penaltis.
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