El equipo de Sergio Pellicer se citará a primera hora en las instalaciones del Estadio La Rosaleda. Los futbolistas realizarán test PCR más serología, una analítica de sangre y toma de peso y grasa corporal, con un pasillo de seguridad en grupos reducidos o de manera individual en el que no se cruzarán entre sí respetándose los protocolos sanitarios fijados por LaLiga debido a la COVID-19.
El uso de mascarilla, el lavado de manos, una toma de temperatura y la distancia de seguridad, desde la entrada hasta la salida del recinto de Martiricos, pautas que se han de seguir cumpliendo.
Según indicaciones de LaLiga, hasta nueva orden, no se podrá hacer uso de los vestuarios durante las sesiones de entrenamiento. El protocolo para los jugadores será el mismo del cierre de la temporada 19/20, esto es, deberán llegar ya cambiados de sus domicilios y dejar el estadio con la ropa de entrenamiento, duchándose en sus respectivas casas. Según relata Juan Carlos Pérez-Frías, jefe de los Servicios Médicos del Club, “en caso hipotético de algún positivo” por COVID-19, “seguiríamos con los parámetros marcados para los asintomáticos, de aislamiento en domicilio durante al menos dos semanas. Si la sintomatología es leve se les manda para casa, y si es grave ya sería una cuestión hospitalaria”, recalca.
Asimismo, habrá un segundo test (tipo PCR) a los tres días de la realización de los previstos para mañana a la plantilla. Hasta la obtención de los resultados de esos segundos test, LaLiga determina que los entrenamientos se realicen de forma individual.
Fuente: Málaga CF.
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