Malaguistas y rayistas se midieron en la jornada 26ª de LaLiga SmartBank en una bella noche de fútbol. La lluvia que empapó este domingo, 21 de febrero, a la capital de la Costa del Sol hizo del pasto un suelo rápido que dio un ritmo de vértigo a los primeros compases del encuentro. Aunque bien es cierto que, con el pasar de los minutos, se hizo algo pesado para las piernas de los 22 protagonistas.
Los blanquiazules se adelantaron muy pronto. Joaquín Muñoz desequilibró el electrónico con el encuentro recién empezado, el malagueño se estrenó como goleador blanquiazul con un oportunista remate desde la frontal al rechace de un córner (1-0, Min. 3).
Tras el tanto, las fuerzas se acompasaron y los visitantes trataron de igualar el encuentro, pero la zaga local, muy expeditiva, no permitió opción a los contrarios. Luciendo el 25’ en el crono, Ismael Casas envió un teledirigido centro pasado a Luis Muñoz, que lo recibió con una elegante volea enviando el cuero al fondo de las mayas -entrando por toda la escuadra-. Un remate digno de ver repetido una y otra vez, de esos que hacen más espectacular a este deporte (2-0).
El resultado instigó a los de Pellicer a buscar el tercero, por lo que mantuvieron la intensidad en la presión y la salida de balón. Sin embargo, pese a algún acercamiento de peligro, se llegó al descanso con el 2-0.
El equipo madrileño, obligado por el electrónico, saltó al verde con ansia de recortar distancias. Una vez más, el buen hacer de la parcela defensiva del Málaga CF les impidió cumplir con su acometido. Los blanquiazules se adaptaron a jugar con el viento a favor y regularon el ritmo del juego.
Chavarría tubo en sus botas la oportunidad de poner más tierra de por medio. El ariete remató con fuerza tras un rápido slalom, pero su intento se marchó por alto en el 68’. Finalmente, el 2-0 se instaló en el marcador para dejar los tres puntos en La Rosaleda.
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