¿Qué pasa con las metas? ¡Qué feliz me hicieron, así como la alegría reflejada en el rostro de cada aficionado, de cada persona, en los estadios donde fui, fue maravilloso! Fue bueno sentirse un ejemplo y un ídolo de corazón para muchos de ellos. El fútbol me presentó a gente increíble, maravillosa y de gran carácter. Creo que no sería justo continuar, ni honesto conmigo y con los demás, si lo hiciera, me siento incapaz de honrarlo físicamente, pero seguro que seguiré haciéndolo de otra manera.
Después de muchos años al más alto nivel, con títulos y reconocimientos, ¡ha llegado el momento de acabar! Espero haber dejado un sentimiento de nostalgia y reconocimiento en todos los lugares a los que fui. Sin duda fue el viaje de mi vida, una vida que estuvo guiada por un amor abrumador por dos pasiones, el Fútbol y mi Familia. El fútbol, que me formó y al mismo tiempo me formó como Hombre:
Mis compañeros, que me permitieron disfrutar del fútbol, con los que compartí balnearios y un sinfín de historias, gracias, muchas gracias, fue realmente especial. A los amigos que hice de por vida, a los entrenadores y al personal que me ayudaron a evolucionar, a mejorar como jugador y como ser humano, les estaré eternamente agradecido.
Esposende, Braga, FC Porto, Madeira National, Fulham FC, AEL Limassol, Legia de Warsaw, Reading, Maccabi de Tel Aviv, Standard de Liège, Henan FC, Málaga CF. Mi gran agradecimiento, ¡fue increíble! Siempre traté de corresponder al máximo, y sobre todo, hacer feliz a las personas que siempre creyeron en mí.
La Familia que siempre me hizo creer y nunca rendirme:
En particular, a mi esposa Teresa, le digo Mujer con una M. muy grande. No siempre fue fácil aguantarme, pero lo hizo sin dudarlo y siempre con una sonrisa para regalarme. Muchas veces fui madre, padre y, sobre todo, fue fundamental en mi equilibrio, permitiéndome afrontar mi profesión con el enfoque necesario para que tenga éxito. ¡Teresa fue un altruismo increíble!.
A la luz de mis ojos, mis Marías, Francisca y Benedita que me dieron la fuerza necesaria para seguir creyendo en un futuro mejor incluso en los días más difíciles. Seguiremos caminando codo con codo con la certeza de que haré todo lo posible para hacerlos tan felices como yo.
Finalmente, a Doña Teresa, mi Madre ... que fue un pilar, una fortaleza. Ciertamente no hay palabras para describir el amor de una Madre, pero lo sentí todos los días y en cada paso de este viaje. Desde la época de nuestro patio trasero, Maracaná, hasta el escalofrío del Himno Nacional, que tanto me enorgullecía cantar. Sin duda, caminó a mi lado, me transmitió valores únicos y estuvo presente sin excepción.
Ha llegado el momento de disfrutar del amor de mis chicas y de la vida en general, sin huellas ni lesiones, de mirar y vivir el fútbol como aficionado.
Siempre estaré agradecido.
Orlando Sá".
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