El ADN: “Personalmente me quedo con ese ADN y seña de identidad de equipo que están mostrando. Cuando ves jugando al Malagueño sabes a quién estás viendo. Ellos creen en lo que se está haciendo. Se unen varias cosas, la continuidad y apuesta de la dirección deportiva. Ese es el camino para que se conozcan entre ellos y lo que nos está haciendo mantener ese nivel. El primer equipo siempre es más complicado de asemejarlo al resto, pero sí creo que nos identificamos a esa idea. El Málaga cada vez aprieta más arriba y quiere tener más el balón. Vamos todos a esa línea. Loren Juarros nos lo ha transmitido, hubo reuniones con el resto de entrenadores. Vamos todos en la misma dirección. Cuando se incorpora alguien que viene desde abajo, que sepan lo que se va a hacer y que no haya disparidad en el modelo de juego”.
Academia: “No echamos de menos la Federación. Para el malaguismo es un sueño tener unas infraestructuras propias para disfrutar desde pequeños hasta los mayores. Es fundamental, un paso de gigante. Con el tiempo se verá refrendado en una mejor calidad de entrenamientos y sentimiento de pertenencia, desde que entran hasta que salgan. Tienen que mamar Málaga Club de Fútbol. La convivencia de chavales desde alevines hasta mayores en un mismo lugar es lo interesante, que los grandes y los chicos tengan que convivir entre ellos. Durante el fin de semana hay muchos partidos en los campos de la pradera. Ese cruce gusta, cuando eres pequeños ver a los grandes fomentas el querer estar”.
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