
"Quiero pedir disculpas por haber sido condenado como presidente del Sevilla. Siempre me consideré inocente, me equivoqué. Si hubiera sabido antes que el Supremo ratificaría mi condena habría dimitido mucho antes".
"Ha llegado el día nunca esperado, el menos deseado, el que provoca que pierda un ventrículo de mi maltrecho corazón. En mi primer discurso dije que devolvería a los aficionados el orgullo de sentir los colores rojiblancos y he conseguido superar las perspectivas más optimistas", explicaba José María Del Nido.
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