
"Lo tenía todo, salvo los títulos. Me sentía como un rey pero el equipo se caía a pedazos. Los dirigentes acababan de vender a Xabi Alonso al Real Madrid y a Mascherano al Barcelona, y no invirtieron ese dinero para compensar las bajas de dos jugadores determinantes. Tenía 27 años y quería saber qué es festejar una Champions League. Yo percibía que eso era imposible en el Liverpool. Anunciar mi marcha a Gerrard fue uno de los momentos más difíciles de mi carrera. Era mi mejor amigo y no sé si encontraré alguien similar en el futuro. Podíamos entendernos en el campo con los ojos cerrados", dijo Fernando Torres a Sky Sports.
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