
“Yo tenía un amigo que prácticamente era mi hermano. Y gracias a Dios también encontró su camino. Cuando íbamos juntos robábamos en supermercados y también entrábamos en casas ajenas. Por entonces Cristian ya consumía drogas y me mostró la cocaína, droga que yo no conocía. Cuando observé la droga me vino un pensamiento: ‘él es mi hermano, pero debo seguir mi camino’. Desde entonces he tomado las decisiones correctas en la vida”, comentó Jefferson, portero de Brasil, también del Botafogo.
No hay comentarios