
"Tenemos que dar confianza a los jugadores pero para jugar en un gran equipo como el Olympique Marsella la confianza no es algo que deba dar el entrenador. Debe residir en cada jugador. Eso se llama calidad. La calidad de los jugadores no es mala, pero la presión es enorme para jugar en un club como este. El campeonato avanza y necesitamos puntos. No se trata sólo de buscar un sistema de juego. Intenté eliminar parte de la presión a los jugadores cuando llegué. Son jugadores jóvenes. Pero no es fácil. Jugamos contra el tiempo y eso es más preocupante que los propios rivales. Jugamos contra nosotros mismos y contra nuestros adversarios", ha dicho Míchel González, técnico del Olympique de Marsella.
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