Ignasi Miquel eligió el Málaga al ser un proyecto importante y una oportunidad: “Yo sabía que esta situación iba a ser difícil, es la peor que podía pensar. Para mí es complicado, como para cualquiera, pero no lo cambiaría en ningún momento. Estar en la mejor liga, competir contra los mejores es algo que tenía en la cabeza desde hace tiempo, que lo quería hacer, y no es la situación idónea, pero sigo pensando que no me he equivocado y que he dado el paso que debía. Todos vamos a seguir luchando hasta el final”.
Apoyo de la afición: “Pediría que estén con nosotros todo el partido, pase lo que pase, que se vea un equipo unido a su afición, y que cuando termine el partido expresen lo que crean. No es lo mismo 11 que 30.000 personas juntas”.
Buen nivel: “Intento siempre dar todo lo que puedo dentro del campo y nunca me rindo, pero no soy yo sólo es un trabajo grupal. Todos ganamos y todos perdemos. Entiendo a la afición, pero como grupo somos todos uno. Seguimos unidos y, aunque sea muy difícil, un resultado puede revertir mucho el pensamiento y la forma de ver las cosas todos”.
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