“Tenía 13 años, este es ya mi octavo. Llegué siendo un niño, he madurado como persona y como jugador aquí. Esta es mi casa”, relata el cordobés, un canterano que ha dado pasos muy seguros en su aún corta carrera profesional. “Ha sido todo muy rápido, empezó después de la cuarentena. Fue un cambio muy grande pasar del filial al primer equipo. Estos años han sido muy bonitos para mí, porque es un orgullo llegar a la élite en el club que me lo ha dado todo. En lo personal nada ha cambiado porque soy tranquilo, pero en lo deportivo ha sido un gran salto pasar de las categorías inferiores a la élite del fútbol español”, destaca.
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