
Sabor agridulce: “Los sentimientos son encontrados. Se ha salvado el equipo, que es para lo que me contrataron. Pero las maneras no fueron buenas. Pasó lo que viene pasando, no controlamos los minutos como fuera. El fútbol te pone donde te mereces. Nos merecimos salvarnos, fuera hemos estado mejor que en casa. Se me caían las lágrimas cuando llegamos, me duele en el alma no corresponderle”.
No encontró el juego: “No teníamos la fluidez que hacía falta. No fuimos capaces de contrarrestar cuando se metieron atrás al marcar el gol. Era un partido de mucha paciencia y no la tuvimos, nos hemos apresurado”.
Vivencia: “Es lo peor que viví, sufrí demasiado. Los sentimientos son muy fuertes, porque muchas veces te nubla la mente para tomar las decisiones. Cuando llegue a casa se me caerán las lágrimas, es difícil controlarlo”.
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