Salida impetuosa del equipo, con dos ocasiones para Genaro en los primeros cinco minutos de juego. La respuesta del Zaragoza vino con un par de transiciones rápidas por la izquierda del venenoso Bebé. El primer cuarto de hora se cerró con Delmás y Fran Villalba asociándose bien en el perfil derecho, pero sin encontrar un remate claro que desbaratase la zaga aragonesa.
En pleno ecuador del primer tiempo siguió el Málaga buscando el primer tanto, generando acciones por ambas bandas y algunos córners. En los maños, casi todo el peligro era de Bebé, un portento físico no exento de calidad en sus conducciones y regates.
Antes del descanso, doble oportunidad para los de Fran Escribá. En el 44’, colosal acción defensiva de Ramalho para evitar un gol casi hecho de Giuliano. Acto seguido, paradón de Yáñez a tiro de Bebé y el rechace de Vada se marcha fuera por poco. 0-0 en el entretiempo.
En la reanudación, Rubén Castro entró por N’Diaye pasando el sistema a un 1-4-4-2 más estándar con doble nueve arriba y Febas ocupando el medio centro junto con Genaro. El cambio de Pellicer surtió efecto diez minutos después.
Jugada excelsa que inicia en la izquierda Lago Junior, cambia la orientación del juego para Delmás, que penetra como un cuchillo por la diestra, combina con Fran Villalba y el valenciano centra para un Rubén Castro que perfora las mallas (1-0, 56’). Golazo, el sexto del curso del canario, con sabor histórico al igualar con el ‘pichichi’ nacional Quini (284 goles ambos entre Primera y Segunda División).
En el 61’, doble ocasión para el Zaragoza con parada de Rubén a remate de Vada y posterior chut lejano de Bebé. En el 65’, Escassi y Álex Gallar entraron al campo por Fran Villalba y Fran Sol. La afición empujaba a los suyos consciente del valor del triunfo momentáneo y la necesidad del +3.
Ese impulso se trasladó al verde y llegó el segundo gol malaguista. Rubén Castro asiste a Lago Junior y el extremo la clava de rosca, con toque al palo izquierdo incluido (2-0, 75’). Tercer gol en seis partidos como blanquiazul para el marfileño. En el 77’, Javi Jiménez suplió a un desfondado Cristian en el lateral izquierdo. Cinco minutos después, Rubén Castro hizo historia.
El ‘killer’ insular, de preciosa vaselina, hacía el tercero (3-0, 82’). Séptima diana liguera y gol 285 en la élite del fútbol español (Primera y Segunda), superando a Quini y ya “solo” con unos tales Leo Messi y Cristiano Ronaldo por delante. Brutal.
Temblaban los cimientos de La Rosaleda, cantando ‘Sí se puede’, haciendo la ola e incluso coreando el himno del Unicaja, campeón ayer en Badalona de la Copa del Rey de Baloncesto. Sin olvidar, naturalmente el ‘Málaga, la Bombonera’.
En el 88’, ovación de gala para Lago Junior, sustituido por Appiah. Con el pitido final, de nuevo el estruendo de una afición unida a su equipo los noventa minutos de un partido que permite al Málaga CF, con su victoria por 3-0, sumar tres puntos que le colocan a cinco de distancia de los puestos de permanencia de la categoría. ¡Vamos, Málaga!
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