
Desde su debut profesional hace cinco años, incluido uno de cesión en Mérida (22/23) clave en su maduración personal y futbolística, David ha sido un ejemplo de constancia y talento. El ‘10’ malaguista, cada vez más cerca del centenar de partidos oficiales con el MCF, se ha ganado el respeto de sus compañeros, la confianza del cuerpo técnico y el cariño de una afición que le ha visto crecer dentro y fuera del terreno de juego. Su amor por los colores y el compromiso con el Club trasciende lo deportivo: representa los valores de esfuerzo, humildad y entrega que definen al Málaga CF. A sus 23 años, el internacional español en categorías inferiores quiere seguir creciendo en casa tanto individual como colectivamente.
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