

La cuenta atrás ha comenzado, encontrar futbolistas que respondan al perfil que busca el Barça es complejo. Hay jugadores que cumplen el perfil y ya estuvieron negociando con el Barça durante el periodo de Txiki en la dirección deportiva. Son los casos de Juan, indiscutible con Brasil y central de la Roma, que parece lejos del perfil por edad y cotización aunque en lo deportivo podría dar un gran rendimiento durante dos – tres temporadas. El hándicap es su tendencia a lesionarse.
El segundo de la lista es Cristian Chivu, ‘káiser’ rumano, zurdo con jerarquía, cultivado en la escuela del Ajax y que en el Inter no ha terminado de hacerse indiscutible a la par de que sufre cuando le encaran futbolistas rápidos.
El tercero es Gonzalo Rodríguez, el argentino del Villarreal. Futbolista de corte y disputa, excelente en lo táctico pero castigado por las lesiones. Esta temporada ha sufrido en situaciones de 1x1 y en fases del juego donde el centro del campo no protegía a la defensa. No obstante, es un especialista en achicar y replegar, en apagar fuegos en situaciones extremas donde el adversario desborda una y otra vez.
Chivu, Gonzalo y Juan, tres futbolistas de alta cotización que no fueron capaces de coger el tren del Barça en su momento. No parece que ahora sean prioritarios. Otra opción perdida, de bajo coste, era Danny Agger del Liverpool; finalizaba contrato y respondía a los parámetros de central zurdo acostumbrado a la presión de un grande con un nivel de exigencia táctica elevado. En salida de balón maneja bien el juego directo y no deja de ser cierto que para Benítez la dupla Carragher – Skrtel es indiscutible.
El Barça mira otras opciones. Rastrea el mercado buscando jugadores que se adapten al perfil, jóvenes sobradamente preparados, con recorrido para marcar una etapa en el club y ser el sustituto a medio plazo de Márquez para formar dupla con Piqué durante un lustro al menos.
Miranda, veloz
Titular con el Sao Paulo, comparte dupla defensiva con el veterano André Dias. Cuarto central de Brasil en la Confederaciones por detrás de Lucio, Luisao y Juan. Joven con experiencia en Europa, el Sochaux lo fichó del Coritiba aunque su aventura europea terminó rápido. No le fue bien. Terminó volviendo a Brasil. Le esperaba el Sao Paulo. Es diestro, juega en el perfil zurdo, se incorpora en la estrategia y es rápido en la marca. Le gusta anticiparse aunque como hándicap conviene no olvidar que el Sao Paulo utiliza defensa de cinco con tres centrales. Es la escuela brasileña, una apuesta de riesgo tras las apuestas fallidas del brasileño Henrique y el uruguayo Cáceres.
Kompany, polivalente
Una apuesta de Rijkaard en el pasado. Estuvo en la agenda del Barça para ser lateral – central diestro polivalente. Al final, llegó Thuram. Kompany es indiscutible en la selección belga, un futbolista en constante progresión, universal en lo posicional. Tiene experiencia, juventud y recorrido por delante. En el Anderlecht rindió a gran nivel como lateral diestro, altura y recorrido ofensivo, también como central, posición en la que suele jugar en la selección donde tan pronto es central como comparte trivote con Verthongen y Fellaini, haciendo este último las veces de mediapunta. Tras el Anderlecht, descartada la opción Barça, fichó por el Hamburgo donde le dieron el ‘10’ y le hicieron jugar de mediapunta llegador. Como siempre, Kompany estuvo sobresaliente. Es la opción número uno del Barça, reúne todos los requisitos. Es junto con Verthonghen, del que hablamos para jugar de mediocentro, las dos opciones de polivalencia, juventud, experiencia, presencia física y nivel técnico – táctico. El único pero es que está lesionado para 4-5 semanas.
Evans, sobrio
Tercer central del United por detrás de los indiscutibles Ferdinand y Vidic. La falta de adaptación de la mujer de Vidic abría las puertas de la titularidad al joven Evans que verá como tendrá que asumir un año más su rol de primer suplente, de garantías, pero suplente en definitiva. Acaba contrato en 2011, tiene salida de balón, sobrio en lo táctico, domina el aspecto mental ya que nunca ha mostrado ansiedad o precipitación con la camiseta del United. Ferguson autorizó la salida de Piqué porque sabía de la calidad de Evans, un detalle a tener en cuenta. Cerrar al central a la finalización de su contrato sería una jugada maestra y un argumento para presionar al United de cara a venderlo este mismo verano, por una cantidad estimada de 12-15 millones de euros.
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