
“Me lo pusieron imposible. Subí escalones desde los 11 años y cuando llegas al último piso y te dicen que ya no puedes subir más, te tienes que buscar un sitio para seguir evolucionando. Era complicado allí, por la competencia, por la exigencia que tienen de ganar todos los años. Un chaval de 18-20 años necesita un poco de paciencia y en el Madrid es imposible que la tengan”.
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