
"Cuando acabe mi carrera quiero disfrutar recordando los mejores momentos, y por supuesto la final del Mundial es una de las cosas más bonitas que he vivido en mi carrera. Quería quedarme con algo especial, como una camiseta o un balón, pero también quería algo que nadie tuviera, porque es difícil conseguirla".
"El vestuario del Barcelona es el mejor en el que he estado. Hay mucha calidad humana en él, y muchos jugadores de la casa, nos conocemos desde hace muchos años. Tenemos confianza para decirnos las cosas a la cara cuando algo no va bien".
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