
"El Villarreal lamenta y condena lo que ha ocurrido. Este acto no representa a la afición del Villarreal, que es una afición tranquila. Ha sido alguien que ha venido a hacer mal al club y a hacernos daño", dijo Fernando Roig, presidente del Villarreal. "Ha sido un bote de humo parecido al que utilizan los antidisturbios, aunque no es de ellos, pero se trata de algo similar. Soltar la anilla y lanzarrlo. Ha sido muy molesto porque todos hemos sufrido las consecuencias de ello. Alguien ha querido hacer mal por hacer mal".
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