
"Es un esperpento. El árbitro se puede equivocar, pero se ve que Isco no hace falta. Está expulsado y se va a perder un partido. Hay cosas tan meridianas que no merecen discusión. Y luego está el caso de Messi. Le agreden, sangra y se retira qué ha pasado. Y el árbitro decide que está perdiendo tiempo y le saca la amarilla. Es una de las tarjetas más fáciles de quitar. Es el típico funcionamiento de los comités", comentó Santiago Segurola.
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