
“Me besé los dedos por mi mujer y por mis dos hijos, que se quedaron en casa. Pude marcar y eso me deja tranquilo. No sé si estábamos tocados, pero el empate en Getafe nos molestó. Debíamos demostrar que queremos pelear por la Liga. Marcar siempre es importante, pero con el apoyo de todos sabíamos que iba a llegar la alegría. Soy un delantero y tengo que hacer goles, pero estoy ayudando al equipo a lograr triunfos. Por eso no me he obsesionado con eso”, comentó Luis Suárez.
“Es importante la victoria del equipo, es lo principal y se ha logrado. Se ganó y se hizo lo posible para crear ocasiones. A nivel personal estaba dolido pero también estoy muy contento por haber venido aquí, fichar por el Barça. Tenemos que revertir la situación”.
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