
"Las cosas han sido extrañas durante los últimos dos años. En noviembre, Ghirardi vino al vestuario y nos avisó que no nos iban a pagar porque estaba en negociaciones para venderle el club a Taci. Pero cuando la venta no se concretó, dijo que no iba a poner más dinero. Luego, Manenti nos mostró un balance positivo que le permitía invertir 100 millones de euros y nos hizo muchas promesas. Era un número demasiado grande y enseguida sospechamos de él. A partir de ahí, nos pusieron muchas excusas y siempre nos dicen que tenemos que esperar para cobrar, pero todavía no hemos visto ni un solo billete", comentaba Lucarelli, jugador del Parma a los ex-dirigentes del club donde juega.
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