
"Sergio Ramos tiene poca experiencia como capitán. Y eso se nota. Es muy hablador. A veces demasiado. A un líder se le pide compromiso. Compromiso con sus compañeros y compromiso con el club. Hay que levantar la voz cuando hace falta. Aunque hay que ser prudente cuando hay dificultades. Así se maneja un líder. Con inteligencia. Cuando se gana se encarga de rebajar la euforia. Y cuando se pierde vende optimismo. Sergio Ramos es muy importante para el Madrid. Su presencia es fundamental en el campo. En el campo y en el vestuario. Nunca baja los brazos. Siempre quiere más. Pega un grito cuando hace falta. Y cuando habla en la caseta se callan todos. Pero hay que decirle a Ramos que los trapos sucios se lavan en el vestuario. Que no hay que airearlos. Si tiene un problema con los médicos que hable con Florentino. Si hay problemas con Benítez debe decírselo al técnico. Sergio es un novato con el brazalete y se le nota. El mejor capitán no es el que más grita. Ni el que más habla. Ni el que más se queja. El mejor capitán es el que sabe cuándo hay que callarse".
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