
Carratraca, un pintoresco rincón de Málaga, descansa en la Comarca de Guadalteba, en las estribaciones más nororientales de la Serranía de Ronda. Es un lugar donde las montañas se encuentran y entrelazan, sirviendo como umbral hacia el Valle del Guadalhorce. El paisaje es un perfecto equilibrio entre la fuerza de las laderas abruptas de la sierra de Alcaparaín y la suavidad de las sierras de Baños y Aguas, cubiertas de pinares, monte bajo y olivos. A lo largo del valle, el arroyo de las Cañas se desliza entre fértiles huertas y campos dorados de cereal, creando una idílica estampa natural.
La localidad, formada al amparo de sus aguas sulfurosas, guarda en sus raíces historias de tiempos romanos y leyendas de sanación. Aunque en 1725 solo era un solitario cortijo, los vestigios encontrados revelan un pasado antiguo. Según la tradición, un mendigo llamado Juan Camisón descubrió las propiedades curativas de sus aguas, dando origen a este pueblo que en 1821 se separó de Casarabonela para convertirse en el municipio que hoy conocemos.
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