
La Copa es un torneo muy exigente, que obliga muchísimo. Sólo con la mentalidad del Athletic en todos estos últimos años los leones habían podido pasar 25 eliminatorias a partido único, contra rivales mayores y menores. Persiguieron el sueño y sacaron La Gabarra en el último torneo.
La UD Logroñés, en un campo lleno de aficionados, aupando con ganas a ambos equipos, fue un difícil adversario. Supo cerrar vías en un césped muy complicado y fio su suerte a algún golpe de fortuna. El Athletic no lo permitió.
Porque las mejores ocasiones fueron del campeón. En botas de Djaló, Guruzeta y ya en la prórroga de Nico Williams. No hubo manera y tocó esperar a los penaltis, que recordaron a Sevilla. Y es que Julen Agirrezabala lideró la victoria parando una pena a Gualda que sería crucial. Vivian, Yuri y Berenguer, calcando el gol del triunfo copero, pusieron todo a favor. Nico Williams se había escurrido en su golpeo, pero Unai Gómez, que se quedó sin tirar el quinto en Sevilla, mandó a las mallas un gran zurdazo. Todo un alivio y un premio para la fiel afición del Athletic. Esto sigue.
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