Manu Molina, centrocampista del Málaga, ha hablado después del empate contra el Eibar en Ipurua (2-2): "Es un buen punto por cómo transcurrió el partido. Se pusieron por delante, remontamos con el 1-2, pero a los tres minutos nos empataron. De la racha que venimos es un buen punto. Eran tres derrotas seguidas, necesitábamos sumar, la clasificación está apretada. Ahora tenemos dos partidos ante nuestra gente, en La Rosaleda, y tenemos que salir a morir. El equipo da siempre la cara, necesitamos no esa suerte, porque se busca y la hemos buscado, el mister lo dijo en la charla. Es un punto de inflexión, sacamos cuatro puntos al descenso y nos vamos contentos de Eibar. Y ahora, dos partidos en casa".
Apoyo de la afición: "Ellos estarán convencidos de sacar esto adelante, sabemos lo que hemos sufrido hace dos años, con ese descenso. Está en nuestras manos, no tenemos que mirar a nadie más, dependemos de nosotros mismos. Tenemos que salir en La Rosaleda como en los últimos partidos, a comernos al rival, a ganar y crear ocasiones. Acabamos muy bien, nos vamos con buenas sensaciones. En Oviedo y Huesca hicimos buenos partidos pero nos pasó lo que nos pasó. Ahora dos partidos en casa seguidos y que la afición disfrutamos de nosotros".
Pensaron en otros choques: "Al descanso lo hablamos, en partidos como Cádiz o Granada igualamos tras ir por detrás. El equipo se levantó, fuimos a remontar y lo hicimos. Todos nos jugamos cosas y se nota la tensión. Es un punto de inflexión, hay una semana de trabajo para preparar el domingo y con nuestra afición delante, una buena semana para trabajar con nuestra gente, que nunca nos dejó atrás".
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