En pleno corazón del Parque Natural Sierra de las Nieves se encuentra Yunquera, un pueblo blanco que conserva intacta la esencia de la montaña malagueña. Sus calles, encaladas y serenas, se abren paso entre huertos, olivares y manantiales que dan vida al paisaje. De la Surgencia de Zarzalones nace el Río Grande, una joya natural que recorre buena parte de la provincia hasta unirse al Guadalhorce. Este entorno privilegiado convierte a la localidad en el paraíso del pinsapo, el árbol más representativo del parque, que aquí encuentra la mayor población del mundo.
Su historia, tan fértil como sus valles, hunde sus raíces en tiempos romanos. Llamada entonces Juncaria, “el prado de juncos”, fue lugar de descanso y labor agrícola en torno a los manantiales. Más tarde, los árabes perfeccionaron el uso del agua, levantaron huertos en los valles del Río Grande y del Jorox y fortificaron la villa. En 1485, tras la toma de Ronda, los Reyes Católicos incorporaron Yunquera a la Corona, conservando sus vecinos moriscos vida y costumbres a cambio de lealtad. Durante la Guerra de la Independencia, se convirtió en símbolo de resistencia frente a las tropas napoleónicas.

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