El adiós de un jugador es siempre significativo, aunque el de Sylvinho es el de un gran profesional, fuera y dentro del campo.
El jugador cumplió su sueño, disputar el último partido de su vida, una final de champions y la que ganó contra el Manchester United.
Un sector catalán pidió su renovación más que merecida, ya que este cumplía en el campo y demostraba además de su madurez ( 35 o 36 años ) profesión.
Adiós Sylvinho, allá donde vayas.
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