
"Él no sabía hablar inglés, todas las conversaciones se produjeron con intérprete. Llegué a tener muchas dudas y busqué referencias en Google, pero no encontré nada. No había ni rastro de él. Nadie le conocía y llegué a sospechar que se tratara de una broma. Sin embargo el negocio se cerró en diez minutos, algo inaudito. Creo que nadie ha comprendido todavía la revolución que supuso aquella compra. Sugerí en esa reunión que se gastara 20 millones de libras en contrataciones. Él invirtió 140 millones en seis semanas", aclaró Birch.
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