
"Siempre quiero jugar, entiendo la política de rotaciones pero no me siento ni bien ni cómodo. Quiero jugar. El idioma es un obstáculo porque me cuesta mucho estudiar. Aprendo poco a poco pero no entiendo todo. El lenguaje del fútbol es universal, en el terreno de juego sí que me hago entender", comentó Paulinho, jugador del Tottenham.
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