
Imagen: Carlos Guerrero.
El tanto de Dioni Villalba en la Rosaleda sirvió para celebrarlo y mirar hacia la grada donde estaba su familia, aquella que le ha apoyado en todsa su carrera. El delantero malagueño demostró nuevamente su olfato goleador, que le valía para poner el 2-0 en el partido, igualmente tuvo alguna que otra más, pero este le valía para estrenarse en casa y oír a la afición, esa que no para de animarla en los buenos y malos momentos.
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