
Euforia tras el tanto: "Me volví loco, en ese momento no me acordé de que no se podía saltar a la valla; cuando ves a 50 locos gritándote, pues yo también. Todo el mundo empezó a gritarme, diciendo que vamos a remontar. Además, soy un jugador que celebra los goles con muchas rabia porque es la recompensa al tanto trabajo que hago".
Le comparan con Catanha: "El apoyo de la afición es muy grande, me siento feliz aquí, con esos mensajes tan positivos, ojalá pueda meter un doblete el sábado. Que me comparen con Catanha es un lujo, haré algo si marco, espero que al menos no me saquen tarjeta".
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