Una segunda mitad de resistencia: “Hemos sabido mantenernos muy bien en línea baja ante la situación que debíamos enfrentar. La Romareda es un campo que también genera una presión extra, pero teníamos muy claro lo que teníamos que hacer. Hemos hablado en el vestuario y, aunque queríamos jugar un poco más al fútbol, nos estaban presionando alto y poniéndonos las cosas difíciles. Al final, seguro que los datos físicos reflejarán que el equipo lo ha dejado todo. Podríamos haber perdido el partido, ya que ellos atacaron más en el tramo final, pero estoy muy contento con el trabajo del equipo.”
Motivación en el vestuario: “Hemos intentado buscar soluciones a un partido que era difícil, con un gran rival y en un campo complicado. Toca seguir, pensar en el próximo partido contra un oponente también muy exigente".
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