
Entre los suaves campos de olivos y cereales del norte de la comarca de Antequera, Humilladero se asienta a la sombra de su sierra, cuyos verdes pinares aportan frescura y color a un paisaje dominado por la calma.
En el siglo XV, alrededor de la finca El Convento, nació este pintoresco pueblo, cuyo nombre evoca el solemne juramento del Infante don Fernando, quien al recibir la espada de San Fernando durante la conquista de Antequera, prometió no descansar hasta tomar la ciudad. A lo largo de los siglos, fue un modesto arrabal de Antequera, hasta que en 1810 alcanzó su independencia como municipio.
No hay comentarios