
"Con la familia uno se aísla de todo. Estoy arrepentido hasta un punto, porque le falté el respeto a mi club, a mi presidente y a mis compañeros, pero a los otros no los puedo controlar. Me considero culpable de no haber estado a las 12 en mi casa, como tendría que haber estado. Les pido perdón a los aficionados y que sepan que es de corazón, sinceramente. Estaba con una pareja que son mis mejores amigos, mi mujer, fuimos a cenar en plan tranquilos. Eran las 12 y algo y pasó lo que pasó. Estaba tomando algo tranquilamente en una zona reservada y un individuo vino y me dijo que me quería matar. Veo que no está de broma, le pedí explicaciones y de buenas a primeras me lanzó una vaso a la cara. Es totalmente falso que yo agrediese a nadie. Ahí están las cámaras de seguridad del local para demostrarlo", señaló Nauzet Alemán, jugador de Las Palmas.
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