Un fuerte contraste entre los dos escenarios, más allá de la competición o las condiciones climatológicas, por el aspecto de la grada. Un cruce que ha supuesto una fiesta del fútbol en los últimos años y que ha dado paso a un silencio extraño, al que por muchos encuentros que pasen no se terminan de acostumbrar sus protagonistas. Los jugadores, dispuestos para la foto inicial, añoraban con la mirada a su hinchada que hoy, sin duda alguna, habría dado un gran espectáculo.
En cuanto al verde, ambas escuadras buscaron asentarse con rapidez sobre el tapete, pero fue el cuadro nazarí el que se puso por delante. Mediante un golpeo directo al borde del área, el visitante Fede Vico firmó el 0-1 en el 16’. El rojiblanco, aliado con la fortuna, superó al guardameta Dani Barrio al estrellar el cuero con la barrera que, involuntariamente, desvió la trayectoria haciendo estéril el esfuerzo del cancerbero.
Orlando Sá coqueteó con el empate en el 22’. El ariete trató de rematar un balón llovido en el área granadinista, pero no logró conectar con el cuero. Seis minutos más tarde, el GCF multiplicó su ventaja. El contrastado delantero Jorge Molina superó a la zaga blanquiazul y colocó el 0-2 en el electrónico (28’). Con este resultado se llegó al descanso.
Tras la reanudación, el equipo de Pellicer saltó al tapete con la intención de dar la vuelta a la eliminatoria. La defensa achicó todos los espacios a la perfección y apenas permitió aproximaciones al rival. En cuanto al ataque, los efectivos blanquiazules aumentaron su presencia en campo contrario y acometieron varias incursiones de peligro en el área nazarí.
Yanis fue el primero en probar suerte. El extremo envió desde el flanco izquierdo un envenenado centro chut que se topó con la mano del exmalaguista Aarón Escandell y el larguero (46’). Joaquín Muñoz y Caye, en el 65’ y 70’ correspondientemente, remataron sin fortuna sobre los tres palos visitantes. Tal y como reza el refranero español, tanto va el cántaro a la fuente... que los blanquiazules recortaron distancias. Caye Quintana, en el 76’, firmó el 1-2 con un remaste en el corazón del área a la salida de una falta lateral.
El gol insufló de moral a los de Pellicer, que vieron al fin recompensado su esfuerzo, y echaron el resto en ataque. El MCF arrinconó al equipo revelación de España y encadenó ocasión tras ocasión, pero ya no consiguieron perforar de nuevo las redes y el 1-2 se convirtió en definitivo.
No hay comentarios