
“Nosotros somos del Málaga”, responden rotunamente, aunque un poco sorprendidos por la cuestión. Es evidente “Mi padre siempre ha sido muy malaguista”. “Me he criado viniendo a La Rosaleda”, de casta les vienen a estos galgos del mejor pedigrí. Desde luego, su compromiso está fuera de toda duda: “El Málaga tira”. “Hay que estar con él”. “Donde esté, yo le sigo”. “Yo siempre voy a ser del Málaga”. Es imposible decirlo más claro.
Su confianza en las posibilidades del equipo es inspiradora: “Difícil no significa imposible, lo podemos conseguir”. “Yo creo que si el Málaga no se rinde puede ganar muchos partidos”. “Hay que creer para poder”. Desde luego, la fe es el motor que nos ayuda a crecer y estos peques son una garantía de ellos. Por supuesto, sí se puede.
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