
El Athletic se levantó y dispuso de un par de claras ocasiones. La primera, de cabeza de Guruzeta, en un centro bien tenso de Yuri. La segunda fue aún más meridiana. Nico Williams, que regresaba al equipo, puso un gran balón en el área a su hermano e Iñaki no acertó por centímetros. Los leones reclamaron penalti en una acción de Guruzeta, que sería relevado en el descanso por Villalibre en su 26 cumpleaños.
Más desgraciado fue el arranque de la segunda parte. Después de malograr Iñaki una clara ocasión para empatar, llegó el 2-0 en una contra que mandó a las mallas Kubo.
El derbi se ponía muy cuesta arriba, pero los leones siguieron intentando meterse en el partido. Muniain, que se colocó segundo rojiblanco de la historia en partidos, se encontró con la pierna derecha de Remiro tras una gran asistencia de Iñaki.
Todo se fue definitivamente por la borda cuando el Athletic pagó una nueva indecisión y Oyarzabal regateó a Simón para poner el 3-0. Beñat Prados pudo reducir distancias, pero Remiro acertó a desviar a córner. La derrota es dura, pero son tres puntos y hay que reponerse el viernes ante el Almería.
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