
Cortes de la Frontera mira al oeste de Málaga, rodeado por la Serranía de Ronda y abrazado por 17.000 hectáreas de alcornocal. Entre la Sierra de Grazalema y Los Alcornocales, su paisaje se parte en calizas, areniscas y el curso tranquilo del Guadiaro, mientras sus tres núcleos —Cortes, Cañada del Real Tesoro y El Colmenar— suman unos 3.700 habitantes que aún conservan oficios, tradiciones y el alma de la sierra.
Su historia se remonta a los siglos XII y XI a.C., cuando los fenicios se asentaron en la zona tras vencer a los tartesos. A lo largo de los siglos, fue ocupada por los griegos focenses y más tarde por los romanos, quienes la bautizaron como Cortex, nombre que perduró bajo dominio árabe. Durante el período musulmán, el asentamiento pasó a depender de Sevilla, Granada y finalmente de Ronda. Fue conquistada por San Fernando en 1248, aunque no sería hasta 1485 cuando volvió definitivamente a manos cristianas. El actual emplazamiento de la villa surgió a finales del siglo XVII, marcando un cambio en su estructura urbana.
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