
"Zidane era un guía antes de los partidos, les transmitía cosas cara a cara. Habla el lenguaje de los futbolistas y por eso le entienden los futbolistas como Cristiano o Benzema. Cuando acaba el partido tarda dos o tres horas en salir, vuelve a ver el partido para analizar los errores y ver qué puede solucionar", dijo Frederic Hermel.
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