-->

Málaga, viento y marea (I): Fidelidad

Málaga, viento y marea (I): Fidelidad

Málaga, viento y marea (I): Fidelidad

La historia de amor de Esther (25) y Alberto (28) empieza hace 10 años en un barrio de Málaga , Miraflores de los Ángeles. Tuvieron que es...
Comentarios agosto 08, 2020
Málaga, viento y marea (I): Fidelidad

La historia de amor de Esther (25) y Alberto (28) empieza hace 10 años en un barrio de Málaga, Miraflores de los Ángeles. Tuvieron que esperar a que Esther cumpliese los 18 para poder vivir juntos. El mismo día que Esther alcanza la mayoría de edad estrenan su nuevo hogar. Al principio fue complicado, tuvieron que remar contra corriente. Los vientos no eran favorables, la familia le veía muy jóvenes. Desafiando todo pronóstico, “ella estudió magisterio, se sacó su carrera viviendo conmigo”, nos cuenta Alberto.

Alberto confiesa ser “malaguista desde chico” a pesar de que nadie le inculcó el amor por el Málaga Club de Fútbol. En su casa son todos de otro equipo y, sin embargo, nuevamente contra viento y marea, él se enamoró sin remedio del club blanquiazul. En el curso 2001/02 ve el primer partido del Málaga CF en La Rosaleda. Una victoria del Málaga frente al Alavés, con solo 10 años, en el que fue uno de los días más bonitos de su vida.






Aunque el mejor día de su vida llega hace algo más de dos años, cuando nace Alberto. “Fue muy buscado, queríamos tener un hijo”. En su familia, el sueldo que entra lo trae él, mientras ella estudia. En estos momentos se prepara las oposiciones de magisterio. Por este motivo, con la llegada del pequeño y el aumento de los gastos en casa, se ven obligados a dejar sus abonos en preferencia. Su economía no les permite seguir unidos al Club, “fue un momento muy difícil, pero ahí me prometí que el día en que Esther y yo nos casásemos, lo haría con la camiseta del Málaga”.

Alberto nos explica su historia de amor con Esther y con el Málaga. “Cuando elegí ser malaguista, fue para toda la vida. La sensación real que produce ser del Málaga no se puede describir, es alegría y orgullo cuando todo va bien. Es un cúmulo de sentimientos. Los momentos malos se llevan de un modo muy difícil. Cuando vi al Madrid celebrando su título en el campo del Málaga, sufrí, pero pensé que ya nos llegaría a nosotros... Sigo siendo del Málaga porque ese vínculo es para toda la vida. Estés en la categoría que estés… no lo puedes evitar. Aunque digas que ya no vas a ver más partidos, llega la hora y estás ahí. Nervioso porque empiece”.

Comentarios


No hay comentarios

  • Link
  • Link
  • Link
  • Link
  • Link
  • Link
  • Link
  • Link
  • Link
  • Link
  • Link