
Antes del inicio, se guardó un minuto de silencio por dos miembros de la Familia Malaguista que nos dejaron recientemente: Eugenio Lorente y Ezequiel Gálvez. La afición malaguista volvió a arropar al equipo durante el transcurso de esta cita fundamental, viviendo intensamente cada acción y celebrando efusivamente el gol que a la postre resultó definitivo.
Tras el pitido final, llegó la liberación. La grada reconoció el trabajo de unos jugadores que se vaciaron para conseguir un botín muy necesario para seguir acercándose a los puestos de salvación.
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