Los sentimientos se demuestran con acciones y no con palabras, pero es que la afición malaguista prueba una y otra vez su amor real, profundo y fuera de toda lógica hacia su equipo. Sergio Pellicer y Fran Villalba hacían alusión a su ‘locura’ después del desplazamiento masivo a Lugo. Ayer, las gradas de La Rosaleda mostraban un mensaje motivador siguiendo esa línea: “Nuestra locura os hace imparables. ¡Vamos, Málaga!”.
Es la única explicación de lo vivido ayer. Sobre todo, antes del encuentro, con un recibimiento que ejemplificó la dimensión del malaguismo. Ya desde primera hora de la mañana, La Rosaleda iba ultimando los preparativos para un día importante, como bien captó nuestro amigo Alberto, de En Isos Bajas, con un espectacular timelapse del estadio.
Miles de aficionados blanquiazules se citaron en la Avenida de la Palmilla para recibir al autobús del equipo. Saltos, cánticos, banderas, bufandas, confeti y la Charanga No Ni Ná para vivir una auténtica tarde de hermanamiento malaguista. Jóvenes y mayores. Niños y niñas. Familias malaguistas que aseguran el presente y el futuro del Málaga CF. La sinergia de todos ellos dejó imágenes imborrables. Tanto en las cámaras, como en las retinas de los presentes.
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